1) ¿Cuándo y por qué decidiste montar una agencia de viajes sostenible?
Como profesional y, sobre todo, como viajero he evolucionado en mis catorce años de carrera. Y visitar más de 62 países, ver las cosas buenas y no tan buenas que vi, me hizo decidir el camino que quería tomar. La sostenibilidad ya no me parecía una opción sino una necesidad.
2) ¿Qué es exactamente el “turismo sostenible”?
Sólo puedo dar mi punto de vista particular, que por tanto es subjetivo pero sigue siendo mío, basado en mi propia experiencia.
Para mí es el tipo de turismo ético que tiene, sobre todo, una conciencia de las culturas y grupos étnicos locales, y al mismo tiempo contribuye a generar empleo e ingresos dignos para estas personas y sus familias. Todo ello intentando, por supuesto, minimizar su impacto en el medio ambiente.
3) Como agencia de viajes sostenible, ¿en qué se diferencia de una convencional?
Siempre tratamos directamente con las personas o etnias que queremos visitar, para que el dinero que finalmente llegue a estos grupos no se vea mermado por intermediarios.
Hemos eliminado casi todo el plástico no reciclable que usábamos, sustituyéndolo, por ejemplo, por cartón reciclado en las carpetas que utilizamos para bonos de viaje, itinerarios, horarios, etc., aunque siempre intentamos enviarlo todo vía digital. medio.
En Costa Rica, por ejemplo, las botellas de agua que utilizamos eran de plástico Oxo-biodegradable, que es un poco más caro, pero cuando el envase se degrada no daña el medio ambiente, ya que regresa a él sin dejar residuos. Estos son sólo algunos de los muchos detalles cotidianos que mejoran nuestra sostenibilidad día a día. Y como estos, hay muchos más detalles que quizás no veamos, pero que seguro marcan la diferencia.
Una agencia de viajes sostenible no va a enumerar de qué maneras es sostenible, ya que probablemente parecería que están intentando jugar la "carta de la sostenibilidad". Más bien lo que hacen es ir incorporando estas acciones en sus programas, viajes, etc.
4) ¿Cuáles son los principales retos a los que os enfrentáis a la hora de organizar un viaje sostenible?
En primer lugar, intentamos elegir la ruta más corta o directa posible hasta el destino, para reducir la contaminación. Con esto no digo que no contaminemos, porque el transporte aéreo lo hace imposible, pero intentamos que sea lo más bajo posible.
Luego, cuando viajamos por el país que visitamos, intentamos utilizar lo menos posible el coche, haciendo muchas de las visitas incluso a pie, y siempre intentamos evitar los viajes en avión. Un ejemplo es Myanmar, donde muchas rutas y visitas se pueden hacer en barcazas de madera, en carros e incluso, como comentaba antes, a pie, aunque requiera un poco más de esfuerzo.
En segundo lugar, intentamos garantizar que el dinero permanezca entre las familias locales. En Uzbekistán, por ejemplo, siempre visitamos a dos familias numerosas que siempre nos reciben como si fuéramos sus familiares, nos enseñan a cocinar el típico plov uzbeko y nos invitan a sus comedores a comer con ellos como si fuéramos parte de la familia. familia.
El dinero que gastamos, en lugar de ir a restaurantes e intermediarios, se queda ahí, y como muchas veces viven en zonas aisladas, este ingreso extra es más que bienvenido por estas familias con niños pequeños a su cargo, otros que van al colegio, etc. Así que realmente es una situación en la que todos ganan.
5) A nivel medioambiental, ¿qué es lo que más te preocupa a la hora de organizar un viaje?
Elegir los hoteles, servicios, rutas adecuados... Y también, quizás, intentar que la gente entienda el concepto. A todo el mundo le gusta la palabra sostenible, pero ¿realmente se esfuerzan por ser sostenibles?
Por mi parte, a menudo busco hoteles que respeten el medio ambiente y contribuyan a él. En África, por ejemplo, hay muchos. Y de vez en cuando viajo a lugares lejanos donde a pesar de estar en un hotel de cinco estrellas, digamos que de vez en cuando se apaga el generador, entonces la gente empieza a quejarse, sin darse cuenta de que, con solo darse la vuelta y mirar por la ventana, podría disfrutar de un amanecer o atardecer de valor incalculable.
6) En cuanto a su impacto social, ¿por qué considera que sus viajes tienen un impacto positivo?
Hay varias razones fundamentales. En primer lugar, las rutas son supervisadas por un técnico especializado procedente de España y luego se optimizan.
En segundo lugar, es muy poco probable que cambiemos de proveedor en destino -aunque nos ofrezcan una opción más barata- porque nuestra gente, con la que trabajamos desde hace años, sabe lo que queremos y lo que no queremos.
Y por último, porque después de tanto viajar -el año pasado estuve unos cinco meses y medio viajando por el Mundo con diferentes grupos- sé muy bien lo que quiero y cómo lo quiero. Y aquí confluyen muchos factores como la elección de rutas, guías, alojamiento, etcétera.
7) ¿Crees que la gente entiende qué son los viajes sostenibles y está dispuesta a pagar un poco más por ellos?
Esa es una muy buena pregunta. sabes cual es el problema? A todos nos gusta pensar que somos sostenibles, pero es cuando realmente lo ves cuando entiendes lo que significa. Por ejemplo, uno de los países que mejor conozco es Etiopía. El año pasado perdí ventas en mi viaje porque otras opciones similares eran más baratas. ¿Por qué? Porque no voy a regatear con un guía etíope sus honorarios aunque la falta de trabajo en el país lo facilitaría. Quiero un buen servicio de un buen profesional y pagarle lo justo.
Me niego a hospedarme en hoteles sin estándares éticos ni de salud. He visto muchos hoteles donde a la gente -incluso a los niños- les pagan por ponerse de rodillas y fregar los pisos, y no voy a promocionarlos por mucho más barata que sea su oferta. Los lugares que visito, los restaurantes en los que ceno y los hoteles en los que me hospedo deben ser justos y éticos con su personal; de lo contrario no los quiero en mis viajes y expediciones. Claro, me ahorraría mucho dinero y podría ofrecer al cliente final un paquete más barato, pero ¿realmente sería sostenible? Se necesita ética para ser sostenible.